miércoles, 15 de junio de 2011

MINIVACACIONES PRIMERA PARTE


-¿Quiere cenar con nosotros? Nos ha extrañado verla desayunar y comer sola y hemos pensado que quizás le apetezca compañía esta noche.

Había sonado nervioso y atropellado, como si se hubiese preparado la frase de memoria y solo fuese capaz de decirla si no era interrumpido.
Yo, en cambio, estaba relajada,  estirada en mi hamaca y leyendo el último libro de Albert Espinosa. 
Levanté la cabeza y  sonreí al tropezar mi mirada con sus mofletes sonrojados y sus ojos vidriosos.

-¿Hemos?

-¿Qué?- preguntó, a su vez, extrañado

-¿Quiénes habéis pensado que quizás quiera compañía esta noche?

Él sonrío aliviado por comprender mi pregunta y señaló, con un ligero golpe de cabeza, a una señora de unos cincuentaymuchos que, desde una tumbona junto a la piscina, movía ridículamente los dedos de su mano derecha para llamar mi atención

Baje la cabeza a modo de saludo hacia la mujer y después miré a los ojos de aquel guapo pelirrojo de apenas veintipocos años.

-Tengo un amigo que dice que los pelirrojos sois, o muy guapos  o muy feos, que no tenéis termino medio.

No quería violentarlo con mi actitud, pero si deseaba parecer un poco rara, bueno como soy. Y creo que lo conseguí porque no solo no pudo aguantarme la mirada, si no que  se tapó la cara con una mano.

-Dile a tu madre que cenaré con vosotros.

-No es mi madre- contesto rápidamente, descubriendo de nuevo su rostro- Es mi mujer… Estamos de viaje de novios.

-Perdona… yo no quería…

-Ya- Se encogió de hombros – Nos pasa siempre, pero no nos importa. – Se giró hacia la mujer y dándome la espalda le envió un beso de adolescente retrasadito. Luego me miró de nuevo – Nos vemos esta noche, si quieres…

Asentí casi sin saberlo, porque en esos momentos sólo pensaba en lo raro que es el amor  en cualquiera de sus múltiples formas.

(Continuará)

…..

En mis minivacaciones comencé sintiéndome como Liv Ullman en una película de Ozores, con Pajares y Esteso de Parnerts, para acabar enrolada en un film de un hijo de Polanski y Chabrol.

Elvira cordero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario