NACHO

Se acabó llamarlo por sus iniciales. IR es Nacho a partir de este momento. Y es de las mejores cosas que me han pasado últimamente, si no la mejor.

No es guapísimo, ni tiene cuerpazo, ni un puestazo y tampoco habla inglés, ni es rico… pero me hace reír, me pone cachonda, es muy bueno y me trata como una reina y a mí con eso ya me ha ganado. Le veo o hablo con él y me deshago… No pueda negar, como cantaba  McNamara, la nueva realidad: “Me estoy enamorando”

Creo que soy de las pocas que se enamoran de los buenos… Los canallas o los que pasan de mí (como Jota) acaban por no atraerme…Al contrario del resto mujeres superé hace mucho, lo que yo llamo, la época de las trenzas. Esa época escolar en que el chico al que le gustas no tiene otro modo de demostrarlo que tirándote de las trenzas y metiéndose contigo continuamente... Yo no disfrutaba entonces con ese modo de flirteo y no pienso hacerlo ahora.

Nacho ha aparecido en el momento justo en mi vida, cuando he aprendido que todo tiene un final, pero también un principio…

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Estoy de vacaciones de sol y playa. Sola en un hotel de turistas. Con animadores que no paran de armar jaleo y molestarme en lo que para mi debían ser unos días tranquilos… Estoy tentada de abrir el balcón y vaciarles el mueble bar sobre sus cabezas, mientras hacen como que cantan en el escenario que hay junto a la piscina… Pero creo que mejor  me lo bebo todo, me desmayo y dejo de oírlos.

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Felicidades K. Y gracias por hacerme volver.

Elvira cordero