miércoles, 28 de marzo de 2012

VIVIENDO



Hace días, semanas, que quería volver.
He vivido tanto que me faltaba tiempo y fuerza de voluntad para sentarme a escribir, pero hoy, como siempre, las casualidades me han conducido hasta aquí.
Os copio a continuación el poema “La malcasada” de Luis Alberto de cuenca, que  he encontrado en el corcho de una compañera de trabajo y me ha dado el empujón que necesitaba:



Me dices que Juan Luis no te comprende,
que sólo piensa en sus computadoras
y que no te hace caso por las noches.
Me dices que tus hijos no te sirven,
que sólo dan problemas, que se aburren
de todo y que estás harta de aguantarlos.
Me dices que tus padres están viejos,
que se han vuelto tacaños y egoístas
y ya no eres su reina como antes.
Me dices que has cumplido los cuarenta
y que no es fácil empezar de nuevo,
que los únicos hombres con que tratas
son colegas de Juan en IBM
y no te gustan los ejecutivos.
Y yo, ¿qué es lo que pinto en esta historia?
¿Qué quieres que haga yo? ¿Que mate a alguien?
¿Que dé un golpe de estado libertario?
Te quise como un loco. No lo niego.
Pero eso fue hace mucho, cuando el mundo
era una reluciente madrugada
que no quisiste compartir conmigo.
La nostalgia es un burdo pasatiempo.
Vuelve a ser la que fuiste. Ve a un gimnasio,
píntate más, alisa tus arrugas
y ponte ropa sexy, no seas tonta,
que a lo mejor Juan Luis vuelve a mimarte,
y tus hijos se van a un campamento,
y tus padres se mueren.


Elvira cordero.  Con los hombres por montera

(Foto: Cayetana Guillen Cuervo y Alberto Jiménez en “La mirada violeta”, esa gran película que es tan yo)