Piiii Piiii
(Whatsapp)
“Elvi, estamos de simulacro de alarma de incendios,
no tengas prisa en volver. Estamos cumpliendo el protocolo. Rollazo. Los
bomberos feos. Mierda de mito.”Era un mensaje de Ramón, mi ex, mi jefe, mi mariquita preferido, el padre de mis hijos…
“Ram… Ya he acabado en la gestoría. Voy a comerme
un Sándwich… Avísame para volver”
Me alegré de haber salido a la gestoría a arreglar unos asuntos. Odio las falsas alarmas. A mí las cosas me gustan cuando son de verdad. Por eso en el amor soy tan racial o tan cabrona, porque soy auténtica. ¿Defecto o virtud? ¿Quién lo sabe?
….
Me encanta sentarme en lo bancos de los parques y ver pasar a la gente. Imaginarme sus vidas felices o desgraciadas según el semblante de sus rostros. O, si son tíos cañones, imaginarme sus vidas junto a mí. Pensar que me hacen felices y me tratan como una reina. Soy consciente que eso es culpa de Disney Cabrón, pero está tan dentro de mí que no hay Cassavetes, Bergman, Rossellini o Antonioni que lo cure.
Estaba desenvolviendo mi sándwich de pavo,
rúcula y humus cuando le vi acercarse, directamente hacia
mí, intentaba disimular, pero yo soy medio bruja y tengo una edad para calar a
los ligones torpes.
-Eres Elvira, ¿verdad?
Reconozco que me sorprendió. Asentí con desgana.
-He leído tu blog. Creo que deberías cambiarle el
nombre.
Sonreí, estaba alucinada. Y como aún no sabía si
era fan o detractor puse cara de simpática lela, la cual me sale muy bien.
-Deberías llamarlo “Elvira y los hombres”… o
“Elvira y el sexo”, aunque eso sería muy Carrie y “Sex in the city”
-Ya… Pero es que yo no hablo sólo de hombres. Hablo
de mi vida. De las cosas que me pasan… Por eso se llama así.
-Cosas que te pasan con los hombres…Bueno, en realidad hablas de hombres que pasan de
tus cosas y de ti. Claro.
-¿Perdona? ¿Eres psicoanalista o amigo mio?
-¿Te ha molestado? Lo siento… No era una crítica, a
mi me gustas aunque seas monotemática.
-Oye, ¿no sabes que es de muy mal gusto dar tu
opinión si no te la piden? Y yo no lo he hecho... Es más, solo quiero comerme
mi sándwich
-¿Por qué te pones tan borde? Ahora entiendo porque
te desespera que los tíos pasen de ti.
-Mira… fan de pacotilla, los hombres no pasan de
mí… Bueno, solo algunos... Pero yo soy mucho más que una mujer desesperada con
ganas de hombre.
-No es esa la impresión que das… pero sí tu lo
dices…Yo solo quería darte un consejo, de buen rollo.
-Vale, pues ya me lo has dado… Que vaya bien tu
paseo.
-Que sepas que has perdido un lector… A partir de
ya te va a leer tu amiga Charo… Que poco
autocrítica…
-Por cierto. No estas nada mal para tener cuarenta.
Las tetas todavía tienen pinta de estar duras.
-Nena. Te necesito. Mi vida es un telefilm bizarro…
Me acaba de pasar algo surrealista que se puede resumir en que tengo las tetas
firmes, pero soy monotemática y borde… Cada vez lo tengo más claro, tengo que
“encontrar mi voz” o el blog y mi vida se van a ir a la basura… Quiero ser yo,
porque me encanto, pero quiero cambiar para encantar a los demás.. Lo cual sé
que es un error porque debería encontrar público al que gustar como soy… Pero
es tan cierto lo que me dijiste el otro día. Aquello de que “ya tenemos edad
para aceptar que los hombres que nos gustaría tener son tan inalcanzables como
una mansión con piscina y criados” Y que tenemos que empezar a pensar en “apartamentitos”…
¿Madurar es esto? ¿Aceptar que ya no vamos a ser ni ricas, ni famosas y mucho
menos mujeres respetables?.....
Piiiiiiiiiii
……………….
………..
Una llamada de Ramón me interrumpe la escritura:
“¿Qué tal los niños?”. Es un padrazo… Y un “amigazo” . Me conoce tan bien que
me ha preguntado ¿qué me pasa?... Le iba a mentir, pero al final se lo he
dicho: “Quiero tu vida. Quiero ser maricón, con dos niños, marido y ser feliz”…
-Elvira, llama a la canguro o déjalo los niños a mi
madre y vete a que te den un buen meneo.
-No, Ramón, hablo en serio.. No necesito más
meneos… Necesito una mano que me agarre en el teatro, unos labios que me besen
la nuca y una voz que me diga “estoy aquí”
Ramón ha intentado animarme, es un amor… Pero hay cosas que no entiende…Y
yo soy una de ellas… Intentar animarme cuando me pongo dramática es
imposible... es como querer bailar sevillanas en un entierro…
……..
Elvira Codero. Con tetas firmes.
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