Hoy he madrugado, pero después me he vuelto a acostar. No tenía ganas de trabajar, ni de nada… Al final, como siempre, el deber te llama, esta vez por teléfono. Tenía que resolver algo urgente del trabajo y he salido pitando, sin ponerme el serum antibrillos.
Ayer tuve una bronca monumental con Ramón, que no escucha a nadie a no ser que sea a gritos… A mí a ponerme histérica no me gana nadie… La recepcionista se salió para fumarse un cigarro, prefiere no oírnos, dice que sufre…
Mañana estaré mejor. Voy a hacer un acto de fe, pasar de lo que tengo que pasar y pensar solo en mí para no olvidarme del serum… Bueno en Nacho también he de pensar que para eso es mi marido y buenísimo amante.
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Medio trankimazin, ¿si o no?
Elvira Cordero
(Foto: Verónica Forqué. La eterna ingenua feliz)
Hasta los malos días de Verónica Forqué pueden ser interesantes, recuerda los malos de Carmen Maura con aquella batidora moulinex cargada de gazpacho y tripis, muchos tripis... Lo dicho, hasta los malos días de nuestras musas, pueden ser interesantes a nuestros ojos.
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