MINIVACACIONES SEGUNDA PARTE

Lo bueno que tiene el paso del tiempo es que lo cura todo y lo malo es que nos hace olvidar algunas cosas o relativizarlas hasta tal punto que dejan de tener importancia.

Lo segundo es lo que le ha pasado al relato de mis vacaciones. Ya poco importa que conociese un matrimonio  muy atípico que me dio 1000 euros por ver como  interpretaban los roles de una madre y su bebé… Cuando ocurrió me pareció la bomba, algo extraordinario que siempre podría explicar en las cenas: “Imaginadme, yo allí sentada como un pasmarote viendo como aquella vieja desnuda amamantaba a semejante chulazo en pañales…”… Ahora me parece algo patético, haber aceptado aquella propuesta por un puñado de euros… Pero yo soy así, me lanzo y luego pregunto ¿por qué…?

Pero, todo eso ya lo he olvidado y ahora solo pienso en mis verdaderas vacaciones, dos semanas en Agosto… Cuanta falta me hacen. Lo de trabajar con Nacho y Ramón a la vez es un poco  estresante, más de lo que podía esperar. Para Nacho soy la patronal y Ramón dice que me estoy convirtiendo en un enlace sindical. Es como cuando naces en Murcia y te vas a vivir a Madrid. En Madrid siempre serás la murciana y en Murcia la madrileña…

Me acabo de enterar que a lo mejor no puedo hacer vacaciones… Es lo malo de ser un poco jefa… Yo que me conformaba con quince días en todo el año… Grrr  Nacho si que tiene, todo el mes de agosto. Y teníamos planes, pero aún no le he dicho que yo puede que no pueda llevarlos a cabo… A lo mejor ha de irse él solo con su primo y la novia…

También acabo de descubrir que Jota me ha agregado al Facebook, la verdad es que me intriga que lo haya hecho… Desde que decidí empezar con Nacho no había tenido noticias suya. Bueno, solo un mensaje diciéndome que le parecía haberme visto en el supermercado… Me da rabia que los hombres pasen de mi y que cuando yo ya he tomado una decisión y comenzado una nueva vida aparezcan de nuevo como diciendo: “Ey, que estoy aquí”… Odio esa forma de actuar tan masculina… ¿Si te interesaba algo por qué pasaste de mí? ¿Eh? Ahora estoy  casi casada, “co...o“

……….

Quiero a Nacho. Nacho me quiere… Pero, junto a él, en algunos momentos me siento como en una película en la que ni siquiera soy protagonista.

ELVIRA CORDERO

(Foto: Jeanne Moreau)